¿Sabes cantar? pues puedes ser pentester 👩‍🎤

Si vas a una escuela con niños de entre 3 y 5 años, seguramente todos levantarán la mano si preguntas «¿Quién sabe cantar?»

Si lanzas la misma pregunta, a los mismos niños, 10 años después, probablemente unos pocos levantarán la mano.
O puede que ninguno.

El condicionamiento que recibimos por parte de nuestros padres, el entorno y la sociedad es tremendo.
Y también tiene influencia en las decisiones que tomamos.

Sobre esto, hay una historia no confirmada sobre la niñez de Thomas Alva Edison.
A la edad de 8 años, fue calificado de «improductivo» y con déficit de atención.
En la nota enviada a su madre, el director de la escuela decía que su hijo no podía seguir estudiando allí porque no tenía las capacidades requeridas.
Su madre, al leer la nota, le dijo a Thomas que a partir de ese momento iba a ser ella quien se encargaría de su educación.
Le explicó que en la escuela no podían enseñarle porque era un niño con talentos especiales y ninguno de los profesores se encontraba cualificado para guiarle.

Si su madre se hubiese enfadado o dado la razón al director de la escuela, es posible que los resultados de Thomas hubiesen sido muy distintos.

El condicionamiento positivo que su madre le aportó fue decisivo.

Probablemente, no era el más listo, pero creía en sí mismo y era constante.
La disciplina, la autoconfianza y afrontar los desafíos con coraje te hará llegar lejos.

En una de sus citas más célebres dijo:
«No he fallado, he encontrado diez mil formas que no funcionan»

Tus creencias condicionan tus procesos y, en consecuencia, los resultados que obtienes.

Por supuesto, cada uno tiene aptitudes diferentes y se nos dan unas cosas mejor que otras, pero tu actitud es lo que realmente marca la diferencia.

En mi opinión, es mejor ser una persona con unas aptitudes medias y con empuje, que una con talento innato, pero sin ganas de hacer nada.

Ahora, si juntas talento y disposición, tienes la «formula ganadora».

¿Por qué te digo esto?

Porque en mi actividad como formador lo he visto muchas veces.
Personas que, si bien no tienen unas aptitudes fuertes con respecto al hacking y la ciberseguridad, sí tienen la actitud adecuada.
Esas personas son las que progresan.

Las actitudes o «soft skills» son cruciales en la vida de cualquier profesional, así que te conviene desarrollarlas.

Empieza desde ya.

Recablea tu cerebro, evalúa el condicionamiento que has recibido por parte de tu entorno y elimina aquellas ideas que te limitan.
No dejes de formarte como técnico, pero hazlo también en otras áreas importantes.

Aprende nuevas habilidades y mejora con el tiempo.
Solo así podrás garantizar un mejor futuro para ti y los tuyos.

Puedes ser un gran Hacker, solo necesitas creer en ti y ser constante.
¡A por ello!